un hombre, a cuyo rostro estando atento,
consideró que con un mismo aliento
calienta el frío y la comida enfría.
A las fieras después, «Guardaos ,decía,
de un animal que con diverso intento,
trocando solamente el movimiento,
varios efectos de una causa cría.
Tal es la lengua, si aborrece o ama,
que lo que ama alaba y engrandece,
y vitupera aquello que desama.
Julio, ¿a qué fiera Antandro se parece,
que porque no se envidia no se infama,
y porque no se ve no se aborrece?
Lope de Vega
(Rimas humanas y divinas 34)
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