Es
fama la afirmación, probablemente de cuña porteña, que la alegría
es brasilera. Tras escuchar a la brevemente conocida por el breve
nombre de Tiê, bien podemos asegurar, no sólo que semejante frase
no es sino una pieza de cartón pintado, sino que los brasileros
también son capaces de estupendas tristezas. Basta esta muestra...
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