sábado, 26 de noviembre de 2011

(72) La rambla, toma 1.

En esta ocasión y aprovechando los primeros soles intensos que se han dejado sentir en la ciudad de Montevideo, el personal de este blog se dedicó con gran ahínco durante toda la semana en conseguir unas pequeñas postales de la rambla montevideana para que ustedes, queridos lectores, las puedan apreciar. A continuación las susodichas bagatelas. Todas las fotos fueron tomadas por Augusto Moreira y son su propiedad exclusiva. Siéntanse libres de guardarselas, las fotos, como los libros, solo son significativos si alguien más ve lo que nosotros vimos, o lee lo que nosotros leimos. De nada sirven las palabras que no se leen. 



"Volar, dije mirando un termo, el sueño de los hombres y los pájaros enfermos" (Cuarteto de Nos, Invierno del '92)








Ìcaro, entendemos tu deseo, aplaudimos tu valentía y te ofrecemos una bermuda de baño. 
En esta foto, Helios está embarcado en otro enfrentamiento fabulístico. Se trata de la famosa fábula de Helios y el bote escapándose de la foto. ¿Quién será el primero en irse de la misma?. 

Uno puede hacerse el sabio todo lo que quiera, pero la realidad es que me sigue pareciendo que la Tierra es plana y que el Sol está cayéndose, allá lejos, en el agua del horizonte, para apagarse por toda la noche.

La gente escapa de la rambla. Se obsesionan de manera obscena con quedarse pegados al agua, en la senda que la Intendencia les mostró y no se salen nunca de los caminos preestablecidos. Todos aquellos quienes encuentren esta foto, siéntanse afortunados, ya que habrán visto algo que otros no. Todos aquellos que se encuentren con una montonera mirando esta foto, siéntanse engañados, se habrán dado cuenta que la rambla no es tan grande ni sus posibilidades tan ilimitadas. Quienes a pesar de ello, la disfruten, serán los más felices, pues serán los que entiendan que la rambla es la vida misma, un sendero predeterminado y aburrido, solo la interacción con las personas la puede volver trascendental. 

Hay que admitir que cualquier animal que sea capaz de andar, volar y nadar nos llevaría la delantera de no ser por nuestro más grande logro: la literatura. 
Escultura en hierro y roca. Rambla montevideana. Obra de uno de los más desconocidos escultores uruguayos. Este blog tampoco sabe quien es.  
Ante la duda de si se está o no en la rambla montevideana obsérvense los siguientes factores: a) roca, b) muelles para pescadores; c) pescadores tristes pero nunca resignados a pescar un tiburón (a pesar de la notable ausencia de tiburones en Uruguay); d) alguien lagarteando sobre la roca caliente; e) agua iluminada de la manera más hermosa posible por Febo Apolo (nos hemos adelantado en la mitología y estamos ahora en ese momento de confusión en que coexisten como patrones del sol Helios y Apolo). Con estos factores en mente ud debería poder deducir su ubicación geográfica con una 100% de imprecisión.  

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