domingo, 3 de julio de 2011

(48) Fábulas en que no aparecen animales.

     Nuestra concepción moderna de fábula incluye el prodigio de animales parlantes. La influencia es doble: la colección del fabulista francés La Fontaine por un lado (aunque se encuentren en su colección fábulas que no incluyen animales) y Disney/Pixar por el otro. He aquí algunas fábulas menos conocidas.

Esopo. El hombre y el sátiro:

    Cuentan que una vez un hombre hizo un pacto de amistad con un sátiro. Mas cuando llegó el invierno y así con él el frío el hombre, llevándose las manos a la boca, se las soplaba. Al preguntarle el sátiro por qué hacía eso, dijo que se calentaba las manos por el frío. Después, cuando les sirvieron la mesa, como la comida estaba muy caliente, el hombre cogiendo trocitos pequeños se los llevaba a la boca y soplaba. Preguntóle de nuevo el sátiro por qué lo hacía, y dijo que así enfriaba la comida porque estaba demasiado caliente. Y el sátiro le contestó: "Pues me retiro de tu amistad porque con la misma boca combates el calor y el frío". 
    De igual modo, también debemos nosotros rehuir la amistad de aquellos cuya disposición es ambigua.

Fedro. El monte de parto.

    Un monte estaba de parto lanzando enormes gemidos y en la tierra había una gran expectación. Pero parió un ratón.
    Esto va dirigido a ti, que prometiendo grandes cosas, no llevas a cabo ninguna.

Samaniego.El viejo y la muerte.

Entre montes, por áspero camino
tropezando con una y otra peña,
iba un viejo cargado con su leña,
maldiciendo su mísero destino.
Al fin cayó, y viéndose de suerte
que apenas levantarse ya podía,
llamaba con colérica porfía
una, dos y tres veces a la Muerte.
Armada de guadaña y esqueleto
la Parca se le ofrece en aquel punto
pero el viejo, temiendo ser difunto
lleno más de terror que de respeto
trémulo le decía balbuciante:
"Yo... señora,... os llamé desesperado"
"Pero acaba. ¿Qué quieres, desdichado?"
"Que me cargueis la leña solamente"
Tenga paciencia quien se crea infelice
que aún en la situación más lamentable
es la vida del hombre siempre amable:
el viejo de la leña nos lo dice. 




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